Antes de ahondar en este tema, es importante dar una breve reseña al respecto.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), un tercio de los alimentos que se producen en el mundo se pierden o desperdician antes de llegar a los consumidores, esto significa que unos 1300 millones de toneladas de alimentos se pierden en un año.
Si esta cifra aún no es posible de dimensionar, imaginemos que 23 millones de camiones, de 40 toneladas cada uno, cargados completamente con alimentos que se han eliminado son puestos en fila, darían siete vueltas a la tierra… ¡una barbaridad!
Nuestro planeta cuenta con grandes recursos naturales como el agua, la tierra y la energía, entre otros, pero estos son limitados, vale decir, no son eternos. Es por ello que deben ser cuidados y una manera de ayudar a nuestro planeta es evitar la gran pérdida de alimentos.
¿Por qué se pierden y desperdician los alimentos en el hogar?
El desperdicio se da principalmente por la casi nula planificación al momento de comprar, por lo que se termina comprando más de lo que necesita, también se da por no prestar atención a las fechas de vencimiento de los alimentos, lo que va de la mano del poco orden con el que se guardan los alimentos, dejando en la despensa listos para su consumo aquellos alimentos que se compraron recientemente y dejando fuera de la vista aquellos que llevan más tiempo guardados, y por último, la poca preocupación de los consumidores por evitar el desperdicio de alimentos provoca que no se piense en el gran impacto que tiene para el planeta botar los alimentos. Y este impacto no sólo es para el planeta, ya que, al comprar sin una planificación de por medio se está gastando más dinero del necesario, porque se están comprando alimentos que no se consumirán, que se vencerán y que se terminarán botando a la basura.
¿Por qué se debe evitar el desperdicio en el hogar?
Principalmente, por los múltiples beneficios para el medio ambiente, así como también por el ahorro que conlleva para la economía familiar.
Además, es importante mencionar que evitar el desperdicio de alimentos es beneficioso para la salud de las personas, ya que, al botar comida se están botando también una gran variedad de nutrientes. Esto implica que se están perdiendo una serie de compuestos activos que tienen importantes funciones en el organismo, y con ello se están perdiendo beneficios para la salud.
¿Cuáles son los alimentos que más se desperdician?
Las cifras más claras de la cultura del desperdicio se ven cuando se compara la realidad en los diferentes países del mundo:
- En Europa y América del Norte los consumidores desperdician entre 95 y 115 kilos de alimentos.
- En las zonas más pobres del planeta, como el África Subsahariana y el Sudeste de Asia, se desperdician entre 6 y 11 kilos por consumidor.
Al comparar entre los distintos grupos, se puede observar que los alimentos que presentan las mayores pérdidas son las frutas y verduras, así como también las raíces y tubérculos, seguidos de pescados, cereales, legumbres, carnes y lácteos.
En el hogar es común que se desperdicie todo tipo de alimentos, pero es el grupo de las frutas y verduras el que experimenta el mayor porcentaje de pérdida.
¿Por qué es relevante no perder frutas y verduras?
Porque este grupo de alimentos es fundamental para mantener una alimentación saludable, ya que, su consumo diario está asociado a la prevención de enfermedades como el cáncer, diabetes mellitus y enfermedades cardiovasculares, entre otras, gracias a que contienen variedad una de nutrientes, entre ellos, vitaminas, minerales, agua, fibra dietética y compuestos bioactivos (responsables del color, sabor y aroma) los que contribuirán a cuidar la salud.
Como dato relevante a saber, la recomendación de consumo diario es de 400 gramos por persona, que corresponden a 5 porciones aproximadamente, las cuales pueden ser distribuidas según las preferencias de cada persona, por ejemplo, puede consumir 3 porciones de verduras y 2 porciones de frutas o viceversa.
¿Cómo evitar el desperdicio de alimentos?
A continuación se indican breves consejos para aplicar en los hogares con el fin de reducir el desperdicio de alimentos, en especial el de frutas y verduras.
Planifique sus compras y sólo compre lo que necesite. Para ello elabore una lista de lo que necesita para la semana y evite realizar compras impulsivas.
No tenga temor a elegir frutas o verduras feas. No juzgue los alimentos por su apariencia y evite desechar y botar aquellos que no luzcan perfectos, que tengas algunas magulladuras o tengan formas extrañas
Guarde sus alimentos con astucia. Guarde según la fecha de vencimiento teniendo siempre en la parte delantera los alimentos que venzan antes (FIRST IN FIRST OUT, vale decir, lo primero que entra es lo primero que sale), utilice idealmente envases de vidrio para mantener sus alimentos más frescos en el refrigerador o despensa y cierre muy bien los paquetes ya abiertos para evitar contaminación de insectos.
Aprenda a leer el etiquetado nutricional para verificar qué tipo de ingredientes contienen los alimentos para así elegir los más saludables para usted y su familia. Además siempre verifique la fecha de vencimiento para saber hasta cuando es apto su consumo.
Consuma porciones adecuadas de los alimentos. Al momento de servir aprenda a reconocer el tamaño óptimo de las porciones de consumo para así comer lo necesario y evitar botar lo que no consuma. Si come fuera de casa trate de compartir el plato o bien pedir llevar para lo que quede.
Valore las sobras. Si no come todo lo que prepara congélelo para así usarlo más adelante o bien utilice las sobras y prepárelas de manera distinta creando un nuevo plato o preparación.
Reutilice los desechos. En lugar de tirar la basura orgánica reutilícela y haga compost, de esta manera devolverá al suelo nutrientes y ayudará a reducir la huella de carbono.
Apoye a los productores locales de alimentos. Con esto apoya a la comunidad y contribuye a la disminución de la contaminación generada por el transporte de alimentos.
Compartir es lo mejor. Si habrá algo que definitivamente no consumirá, antes de botarlo trate de donarlo, póngase en acción y cree redes de conexión para que los excedentes puedan compartirse con aquellos que lo necesiten.
Revise su refrigerador y limpie periódicamente para evitar que alimentos que se han echado a perder contaminen otros.
Ordene la comida de manera eficiente en el refrigerador para evitar contaminación cruzada entre alimentos que implique un deterioro de ellos.
Congele o refrigere aquello no comerá inmediatamente.